¿Qué tal un tigre, un universo o una muñequita espumosos?
También hay arte hecho con comida, aunque no necesariamente se coma:
¡Oh no, el bolillo dará otro golpe con su cuchillo! ¡Nademos lejos!
Y un paso todavía más allá: paisajes hechos completamente de comida.
Demos un paseo en el mar de pescado, vamos a las casitas de ajo y compremos en el mercado de techo de acitrón.
No olvides que puedes ver un poco más grande cada fotografía haciendo click en ella.
¡Qué rico es el arte!
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