domingo, 15 de mayo de 2011

Intercambio


Junio 19.

Por fin estoy aquí. Después de tantas peripecias, tantas cosas y tantos obstáculos, finalmente llegué. Sé que no necesito mencionarte lo que esto significa para mí, porque tú mejor que nadie lo sabe. Todas tus recomendaciones, como siempre, resultaron ser útiles en este viaje, desde guardar bien los recuerdos hasta sonreír a todo el mundo. Y es que aquí no es difícil hacerlo.

Tal vez no alcances a imaginar a quién me encontré aquí; te voy a dar una pista: es Dulce. En cuanto me vio, corrió a saludarme, como hacía tanto tiempo que no lo hacíamos. Te iba a preguntar si recuerdas, pero tú no estuviste ahí, ni siquiera en mi imaginación. Como sea, me dio tanto gusto verla, que por un momento todo desapareció; el tiempo se regresó a cuando sólo éramos ella y yo, cuando asustábamos niños y corríamos en el pasto. Me da gusto saber que volveremos a estar juntas.

Por aquí hay muchas piedras redondas, las que me encanta pisar descalza. Hay incluso una parte donde están calientitas, justo al lado de otro lugar con mucha arena, blanca y muy suave. Si me quedara ciega, seguramente usaría mis pies para percibir todo a mi alrededor.

Bebidas... hay cocos. Cocos enchilados, con limón, en agua, leche de coco, piñas coladas. Y todas las demás bebidas. Eso no cambia, creo, en ningún lado. Y comida hay mucha, pero no he tenido hambre, así que tal vez deje esa parte para más tarde.

El dinero no me sirve de mucho, porque casi todo lo que te dan, son regalos. Me acordé de aquella vez en que en mi cumpleaños me regalaste un vale por un regalo, porque te habías quedado sin dinero, y nunca te lo cobré. Creo que nunca te diste cuenta de que el regalo siempre fuiste tú. Pero tampoco te lo dije.

Me falta un poco de inspiración y estoy muy cansada después de este viaje, pero eres suficiente para que pueda escribirte unas líneas. Sé que las vas a apreciar donde estés cuando las leas, y ojalá te hagan sentir como a mí el saber que las leerás: salpicas mi corazón de fe.

Con amor, Melibea.

Postdata: Supongo que sigues vivo, porque no te veo por aquí.