martes, 28 de diciembre de 2010

En el parque

Paola se encontraba especialmente asustada ese día. Su madre lo había vuelto a hacer: "Después del helado, iremos al parque". ¿Por qué razón la madre imaginaba que el más grande deseo de Paola consistía en ir al parque? Y además, ¿por qué juntaba dos cosas tan contradictorias, como un premio a sus calificaciones sabor a chispas de chocolate, y un lugar tan horrible para cuando se lo terminara? ¿Cómo podría no acabarse un helado, por más deseos que tuviera de evitar el parque? Pero su madre no le creería, no. Jamás entendería que ese parque es peligroso.
Sin otra cosa más que resignación sobre su abrigo rosa, la niña se puso su bufanda y anudó sus zapatos. Esos zapatos le parecían particularmente lindos porque el derecho tenía una oruga, pero en el izquierdo solo aparecía una mariposa a punto de emprender el vuelo. Y cuánto deseaba Paola ser esa mariposa para poder escapar sin pasar por el dichoso parque.
Llegaron al lugar, y aún no se sentaba siquiera en una banca, pero su mamá ya empezaba a platicar con la mamá de Florencia, como todos los días. Ninguna de las dos niñas supo responderse de qué hablaban tanto las mamás que nunca se cansaban de verse, y peor aún, que siempre que se veían, parecía que se contaban algo nuevo y muy emocionante. Pero Florencia estaba al lado de su mamá, muy quietecita, con sus ojos muy abiertos, que inmediatamente se posaron sobre los de Paola. Ambas se sonrieron levemente, y postergaron lo más que pudieron el momento en que serían obligadas a subirse a los juegos. Y a esa cosa.
-Florencia, mi vida, ¡anda! Mami no tiene mucho tiempo. No entiendo por qué no vas a jugar, si esos juegos te encantan.
-Sí, mamá -respondió una tristísima Florencia, mirando de reojo a Paola y suspirando. Ahora venía la parte donde la mamá de Paola diría algo muy similar a lo que dijo su mamá.
-Tesoro, vayan a jugar, esos juegos te gustan mucho.
-Ya vamos, mamá -Paola buscó la mano de Florencia y caminaron juntas lo más lento que pudieron hacia la casita de madera, llena de pasadizos, columpios, pasamanos, y esa cosa. Se sentaron un momento a contemplar lo que se había convertido en el terror de todos los niños, y a pensar en todo lo que se rumoraba.
-Dicen que es así de alta para que no puedas escapar de ella.
-A mí me contaron que Raúl se subió, y por eso no ha vuelto a la escuela.
-Mi mamá me dijo que es porque está enfermo.
-Sí, claro, ¿enfermo de qué? ¿Qué enfermedad lo haría no volver a la escuela? ¿Ya notaste que quitaron todos sus juguetes del jardín de su casa? Es como si ya no existiera.
-Sí, tienes razón. Mira, ahí viene Verónica.
Verónica se acercó arrastrando los pies. Su papá también la había mandado a jugar, pero ella se sentó al lado de las niñas.
-No sé cuánto más podré soportar esto. ¿Es cierto lo que se dice de Raúl?
-Sí -respondió Paola mirando hacia el piso. -Y seguimos nosotras, si no lo detenemos.
Verónica ahogó un gritito.
De pronto, unos pasos apresurados llamaron la atención de las niñas. Era una niña más pequeña que ellas, completamente desconocida. Venía corriendo a toda prisa, con toda la energía del mundo a subirse primero a la casita de madera, después a pasar por el puente colgante, y finalmente, a dejarse caer sobre esa cosa. Las niñas gritaron angustiadas, pero ya era demasiado tarde, pues la exagerada inclinación y altura de la resbaladilla, y su extraño final, la lanzaron hasta el cielo, donde se perdió para siempre.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Asalto


-Y no te olvides del almuerzo que te preparé -le dijo su mamá, visiblemente preocupada de que su hija no había estado comiendo bien últimamente.
-No, ya lo llevo, gracias -sonrió y salió a la calle.
Mientras esperaba el transporte público, Lucía se colocó sus audífonos para tratar de olvidarse de que ya llevaba una semana sobreviviendo con el poco dinero que le quedaba después de que retrasaran su pago en el negocio. Empezó a acostumbrarse a la idea de viajar solamente con la cantidad justa de dinero para pagar su viaje, pero eso sí: un desvío en la ruta y tendría que volver caminando. Finalmente se subió al camión que pasó y que la dejaría en la puerta del negocio.
Cambió el orden de las canciones que llevaba, pues ese día no tenía humor para escuchar música triste; prefirió la que era más alegre y subió el volumen, callando así el sonido del motor del viejo camión que llevaba más de un año "en proceso de sustitución" después del aumento a la tarifa del transporte público. Miró por la ventana el paisaje que no era más que manchas de colores, distraída con sus pensamientos.
De pronto, sintió un golpe en el hombro. Miró para saber de qué se trataba, y toda su visión se centró en el cañón de una pistola, que le apuntaba. Se quitó rápidamente los audífonos para escuchar lo que el tipo que la empuñaba le pedía, y solo alcanzó a entender la palabra "dinero". ¿Sería prudente explicarle que no le habían pagado desde hacía unas semanas? ¿Que solamente andaba en el bolsillo con lo suficiente para regresar a su casa cuando terminara su jornada de trabajo? Entonces recordó que sí poseía algo muy valioso; algo por lo que prácticamente existía toda esa violencia, por lo que la gente se mataba en las calles, y por lo que subían las tarifas del transporte público sin importar el salario mínimo de la gente.
Temblando, sacó de su mochila la comida que su mamá le había preparado por la mañana, y se la ofreció al asaltante.


miércoles, 3 de noviembre de 2010

Where the wild things are


"Donde viven los monstruos", libro para niños escrito e ilustrado por Maurice Sendak, que narra la historia de un niño que se porta mal y de castigo lo mandan a su recámara sin cenar. Recientemente se adaptó una película sobre esta historia, dirigida por Spike Jonze, y es donde he visto algunos de los monstruos más bonitos y memorables que recuerdo.


Entonces, sería bueno adaptar una historia infantil que muchos niños mexicanos hayamos leído y recordemos con cariño, como el siguiente cuento:


Para poder verlo, hacer click sobre el título del libro y aparecerá una versión en línea, ilustrada y toda la cosa.

¿Se imaginan cómo sería una película con esa historia?



Adiós, Carol.




jueves, 28 de octubre de 2010

Hay un lugar...

Como dijeron anteriormente los sabios filósofos antiguos John Lennon y Paul McCartney:

There's a place (Hay un lugar)
where I can go (a donde puedo ir)
when I feel low (cuando me siento mal)
when I feel blue (cuando estoy triste)

Hay un lugar destinado para cada una de las personas que habitan el planeta. Por desgracia, hay gente que cree que su lugar abarca unos cientos de kilómetros y despojan a las otras personas de su propio lugar especial, pero ese es tema de otra discusión, porque esta publicación se supone que me haga sentir mejor.

Entonces, en vista de que últimamente siento el lugar donde estoy como menos mío y más como el de alguien más que probablemente necesite ese espacio, me he dado a la tarea de buscar mi propio lugar, y aunque sé es más posible que él me encuentre a mí primero, he pensado en algunas opciones:

-Que tenga sol.
-Que tenga sombra para cuando el sol sea demasiado.
-Que tenga mar.
-Que tenga caminos muy largos para manejar en ellos.
-Que tenga muchas flores.
-Que esté alejado de facebooks y de gente que no puede vivir sin ellos.
-Que sea un lugar donde pueda andar tranquilamente en mi bicicleta.

Si tú eres un lugar que tiene al menos tres de estas características, ¡comunícate conmigo! ¡Prometo darte a cambio mucha paz, y cuidarte y protegerte de los invasores!


sábado, 9 de octubre de 2010

Entrevista

La biología se encarga, entre otras cosas, de clasificar las especies animales y vegetales existentes. Bueno, los biólogos lo definen con otras palabras, pero en general esa es una de sus funciones.
Pues bien, encontré en internet información sumamente útil sobre las señoritas lepidoptera, así que me fui en busca de alguna que quisiera platicarme su historia. Conocí a una muy agradable oruga llamada Clementina, y el día de hoy les comparto la entrevista que le hice.

yo (en adelante, yo): Buenas tardes, señorita.
oruga (en adelante, oruga): ooooooO (Buenas tardes).
yo: ¿Cómo se llama?
oruga: ooooooO (Clementina).
yo: ¿Cuáles son sus pasatiempos?
oruga: ooooooO (Caminar sin prisa, eso mata tiempo de manera muy efectiva).
yo: ¿Tiene algún propósito en su vida?
oruga: ooooooO (Volar).
yo: ¿Hay alguien que no le caiga bien?
oruga: ooooooO (Las aves, los monos capuchinos y las orugas más bonitas que yo. Pero las catarinas nunca han sido un obstáculo en mi desarrollo).
yo: ¿Le caemos bien los humanos?
oruga: ooooooO (Sí, aunque sinceramente no sé por qué).
yo: ¿En qué país le gustaría vivir?
oruga: ooooooO (Turkmenistán. Aunque primero debo de investigar si ese lugar existe).
yo: ¿Qué tipo de insecto será cuando suceda su metamorfosis?
oruga: ooooooO (Una blanca palomita).
yo: ¿Me permite mostrar una foto suya?
oruga: ooooooO (¡Claro!)

Clementina

sábado, 2 de octubre de 2010

Tiempo de espera

¿Alguna vez se han preguntado cuánto tiempo han gastado esperando cosas? Por ejemplo, al teléfono, esperando un camión, o en la fila de las tortillas.
Yo hice algunos cálculos con mis propios tiempos de espera, y aquí están los resultados:

-Luces rojas de semáforo. Si tomo en cuenta los semáforos en total que hay desde mi casa hasta la universidad, por ejemplo, son alrededor de 5. Cada uno dura 1 minuto en rojo. Eso son 5 minutos cada día, por 5 a la semana, por más o menos 12 años que he utilizado caminos con semáforos (ya sea automóvil o ruta), son 21,900 minutos esperando en un semáforo. Pero si considero los semáforos que hay hasta el centro, 15: 328,000 minutos.
-Filas en las tortillas. Con un promedio de 2 minutos por compra, 6 días a la semana (los domingos no habrá tortillas), por 20 años que he comprado tortillas: 14,600 minutos.
-Agua para té. Un té a la semana, con 5 minutos del agua en el fuego, por 5 años desde que tomo té: 1,200 minutos.
-La señora delante de mí en la fila del supermercado. Apenas me tocó ir detrás de una señora que tenía que pagar su mandado con todas las moneditas sueltas que llevaba en su monedero, y se tardó exactamente 5 minutos. Si voy al supermercado una vez al mes, por 5 años que he ido: 300 minutos.

Pensé también en algunas opciones en donde pude haber invertido ese tiempo, y son estas:
-Comiéndome un plátano. El potasio es importante y me tardo alrededor de 1 minuto con cada plátano.
-Contando estrellas. Tal vez las cifras de la NASA sean cercanas a la realidad, pero la verdad solo la sabemos nosotros: hay una estrella por cada persona linda en nuestra vida.
-Investigando significados de nombres. Eustacia, Atilio, Práxedes y Vinicio tienen significados padres.
-Tejiendo. Quiero aprender cómo hacer guantes sin dedos.
-Sopas de letras. Una interesante sería descubrir palabras como "chinguangüenchona" o "dicharachero".
-Organizando competencias. Ya sea con los automóviles de la calle o con las hormigas de la banqueta, apostando a predecir cuál perderá. Y después reírse de él.
-Aprendiendo nuevos peinados. Siempre sirven para algo.
-Contándose chistes. Los que uno no se sabía antes de contárselos siempre son buenos.
-Pensando en temas para mi blog. Este tema de este post llegó mientras esperaba al teléfono.



miércoles, 22 de septiembre de 2010

Ay, Marthita...

Fue difícil bajarme de mi suburban. Ese estúpido del autolavado no secó por completo el hule que puedo pisar para apoyar mis zapatos, los de cocodrilo. Pero en fin, en cuanto logré tocar el piso, me marcaron al radio. Detesto el ruido de esos aparatos, y además era la secretaria quien marcó, así que decidí apagarlo porque seguramente no era para algo importante.
Llegué a una conferencia importante sobre la pobreza en el mundo, así que estaba muy orgullosa de llevar puestos mi vestido bordado que compré en Europa y mis perlas; las perlas son elegantes, aunque humildes, y por eso las elegí, porque es ilógico hablar sobre pobreza con un collar de diamantes. Y fue aburrida, siempre hablan de lo mismo. Para mí es muy claro que la culpa la tiene el gobierno, porque se roban los impuestos y no trabajan decentemente como una. Deberían de enjuiciar a la gente que roba, y encarcelarla. Es lo más justo.
Finalmente no pude evadir más las insistentes llamadas por el radio, así que tuve que responderle a mi secretaria. Me dijo que un par de señores me estaban esperando en la oficina, que les urgía hablar conmigo. Qué horror. Por suerte todos los semáforos que me topé estaban en rojo, y eso le daba más tiempo a que las canciones de mi ídolo en mi iPod sonaran maravillosamente. No entiendo la urgencia de dos completos desconocidos por arruinarme mi mañana, por querer hablar conmigo. ¿De qué podrían querer hablar que sea urgente?
Finalmente llegué, y ahí estaban. Eran de esas personas, ustedes saben, que usan unos huaraches muy curiosos y su ropa es bordada, pero no como la mía, sino... pues creo que ponen a las hijas a bordarles la ropa y después las ofrecen en matrimonio al primer borracho que se les atraviesa... ese tipo de gente. Me empezaron a decir quién sabe qué, pero les pedí que me esperaran porque tenía que revisar mi e-mail antes de que algo o alguien más me distrajera. Le dejé un comentario en el facebook a la esposa del diputado, pidiéndole que me pasara su receta para verse tan cuidada. Cuando se me acabaron los pendientes, no me quedó más remedio que saber qué querían esos salvajes. Me entregaron un papel de parte del presidente municipal de no sé dónde pidiéndome que les diera un apoyo para la venta de sus artesanías. Les pedí que me mostraran lo que llevaban y la verdad es que la artesanía que encuentras en las tiendas de Tepoz está mucho mejor, pero en fin. Como soy una buena persona, decidí apoyarlos, tal como lo pidió su presidente municipal, que sinceramente es un fulano. Les pedí que le pusieran precio a sus cosas, pero daban precios descabellados... ¿un tapete tejido a mano por 100 pesos? Tuve que regatearles, y les prometí que haría todo lo posible por vender sus chucherías entre mis amigas. Y hasta tal vez les estaba apoyando en exceso, pero finalmente soy una buena persona.


martes, 21 de septiembre de 2010

Un cuento corto.

"Ojalá estuvieras aquí".

Eso era todo lo que decía la postal. No sabía muy bien qué podía significar un deseo tan extraño, porque del otro lado del mensaje, solo se veía una fotografía del infierno, a todo color.



lunes, 13 de septiembre de 2010

¿ ?

Hay veces en que cuesta bastante tomar algunas decisiones, ya sea importantes o no. Y hay quienes recurren a pedirle a alguna divinidad, una señal que les ayude a convencerse de que lo que querían solo necesita ser aprobado para no sentirse mal. O también para decidir cuál sabor de helado elegir.
Cuando pedí mi señal de hoy, esta fue mi respuesta:




martes, 7 de septiembre de 2010

Jardinería

Aunque la tarde era cálida, las hojas temblaban. Temblaban de miedo, porque entre más sonaban las tijeras al recortar las hojitas del borde, más estaban conscientes de que un día crecerían más y llegarían al borde, y terminarían siendo recortadas, para que la copa de su árbol siguiera siendo un cuadrado perfecto.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Frases de mentira

Las mentiras son una tendencia normal en todos los seres humanos. Las decimos por temor a la realidad, por no lastimar a las personas, o simplemente porque nuestra propia vida nos aburre y tenemos que inventar mundos nuevos en nuestra cabeza.
Algunas personalidades han dicho frases sobre las mentiras. Aquí algunas:

"El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esa primera."
-Alexander Pope.

"Una mentira no tendría sentido si la verdad no fuera percibida como peligrosa."
-Alfred Adler

"Una mentira es como una bola de nieve; cuanto más rueda, más grande se vuelve."
-Martín Lutero.

"Las mentiras más crueles son dichas en silencio."
-Robert Louis Stevenson

"Un vaso medio vacío de vino es también uno medio lleno, pero una mentira a medias, de ningún modo es una media verdad."
-Jean Cocteau

"El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad."
-Aristóteles

"El mentiroso siempre es pródigo en juramentos."
-Pierre Corneille

"La gran diferencia entre un gato y un mentiroso es que el gato tiene nueve vidas."
-Mark Twain


martes, 31 de agosto de 2010

Instrucciones para instructores

Existen algunos productos de uso diario que incluyen instrucciones muy extrañas; supongo que la única explicación a su existencia es que alguien ya intentó lo que se advierte que no se haga.
Por ejemplo:
  • En las instrucciones de una secadora de pelo - No usarse mientras usted duerma.
  • En un paquete de comida congelada - Sugerencia para servir: descongelar.
  • En un paquete de sándwich - El producto estará caliente después de calentar.
  • En las instrucciones de una plancha - No planchar la ropa sobre el cuerpo.
  • En un paquete de cacahuates - Advertencia: contiene cacahuates.
Por si esto fuera poco, existen además instructivos con dibujos bastante extraños, como estos.

Para levantar al bebé Juegos divertidos para el bebé


lunes, 30 de agosto de 2010

Mariposa

Soy un cometa
un papalote de cartón
a mereced de tus juegos
me elevas hasta el cielo
me cuelgas del ocaso
me duermes en las nubes
me hermanas con el viento
un momento en las alturas
mis locuras parecen divinas
elevado y extasiado
creyendo volar como un pájaro
hasta que me doy cuenta
de mi fragilidad de papel
de mis colores deslucidos
por la lluvia
que nuestra conexión

no es más que un débil
casi invisible hilo
pendiendo de tus manos
que se estira y encoge a merced
de tus deseos
ese hilo que enredas
en tu negativa
ese papalote que guardas
en el cajon de tu soledad
que te hace ser niña
delirante y juguetona
en tus dias de sol
y que se esconde
hasta la proxima tarde
de agradables ventiscas
sueña en esos momentos
de encanto mi niña
es tu papalote al fin
solo cuida que el hilo
no se rompa…
-Anónimo.



Hola. Lo primero que haremos será un papalote rojo.


miércoles, 25 de agosto de 2010

Al azar


A veces tus manos velan tu visión.
A veces tus pies se dejan llevar entre aves que aletean alrededor.
A veces el corazón te dirige a un rumbo fijo.
No pierdas de vista hacia dónde estás yendo siempre.

(Esta fue mi respuesta cuando le hice una pregunta al oráculo Destinario, publicado por La cabra ediciones, en noviembre de 2009.)

viernes, 20 de agosto de 2010

Primos en la mesa


En México, existe desde hace mucho una planta cuya semilla se revienta y se mezcla con miel o piloncillo, para formar un dulce. Para las personas que no lo conocen, son unas barras a las que también se les añaden sabores, como el chocolate. Y lo que aprendí hoy es que el amaranto es primo del huazontle, que es otra planta usada en la dieta mexicana.

Amaranto y huazontles. Primos igual de deliciosos.

Pero lo verdaderamente especial de el tema del día de hoy, es el nombre del dulce derivado del amaranto: alegría. Hoy me comí una. Y mi sonrisa ha perdurado durante toda la mañana.


jueves, 19 de agosto de 2010

You will have a boy tonight...

Belle and Sebastian, banda británica indie que tomó su nombre de un libro para niños escrito por Cécile Aubry. A mí me gusta mucho, a pesar de que muy pocas veces le he entendido a la letra de sus canciones. Esta banda visita México en octubre de 2010, y como era de esperarse, no conseguí boleto, pero sus canciones siempre están disponibles para escuchar en la red.
Lazy line painter Jane, una de las canciones que más me gustan y que está llena de cosas hermosas. Aquí comparto el enlace de la versión estudio, y si la tocan en vivo, ¡que por favor alguien me la grabe!


Dreaming of the time when you are free from all the trouble you're in


miércoles, 18 de agosto de 2010

Monstruos sin nombre

Una historia de horror extraña. Incluye final que hace reflexionar.


"No necesito un nombre. Soy feliz aún sin nombre, porque somos monstruos sin nombre".
No significa que nos resignemos a lo que nos toca tener, sino a estar contentos con lo que la vida ha decidido que nos va mejor.

martes, 17 de agosto de 2010

El estoicismo para vivir en tranquilidad

¿Alguna vez te has detenido a cerrar los ojos, a pensarte e imaginarte cómo sería tu vida si hubieras tomado una decisión en lugar de otra? ¿Qué sería de tu vida si una persona simplemente no estuviera en ella? ¿A quién esperas y cómo cambiará tu vida cuando esa persona llegue? ¿Tu vida puede depender de la existencia de alguna o algunas personas?
Algunas de estas preguntas las formula la ideología del estoicismo. Básicamente consiste en analizarse a uno mismo mirándose desde fuera, pensando en las razones por las que actuamos o dejamos de actuar, y lo que queremos conseguir. Así es como se consigue la tranquilidad: estando conscientes de la presencia de una o varias personas en nuestra vida, qué tan importante es que esas personas se encuentren en ella, y recordando que todas nuestras acciones pueden definirse de una mejor manera si nos analizamos más neutramente.
Puedes encontrar más información sobre estas ideas aquí.
¡Que disfrutes escuchando!