martes, 11 de septiembre de 2012

Oh my God...

Generalmente no tengo problemas con la religión y tolero siempre que me dejen en paz. Por supuesto, odio algunas prácticas religiosas que me parecen absurdas, y aunque deteste a Arjona creo que una de sus múltiples "poéticas" frases tiene la razón: "Señores, no dividan la fe, las fronteras son para los países". Cuando una persona se me acerca con la finalidad de incrustarme su religión -porque al parecer a todo el mundo ya se le olvidó que las invitaciones son para lograr acciones voluntarias- tengo que hacer uso de mi paciencia y buenos modales para decir un tajante "no, gracias", y sin embargo insisten en querer hablarme de sus creencias y de la salvación que obtendré al unirme a ellos.
Esto seguramente es normal y ni siquiera es una queja original; es queja porque no puede salir nada bueno de que una persona no solo tenga intenciones de cambiarte de ideología religiosa (si es que la tienes), sino que además invada tu espacio personal, tu tiempo y cuestione lo que estás haciendo. Pero hoy mi queja va más allá: ahora, algunas personas muy comprometidas con su religión quieren "reclutar" personas bilingües, o trilingües si se puede. Comienzan preguntándote: "Oye, ¿hablas inglés?" Y como quien pregunta es un perfecto desconocido dudas en confesarle que vives gran parte del día leyendo los chistes de 9gag y que por ende, claro que hablas -y también entiendes- el inglés, así que te ves forzado a responderle "un poco". Entonces comienzan a hablarte en inglés y a mostrarte sus revistas -creo que ya saben a cuál religión me estoy refiriendo- explicándote que buscan a gente que las promueva en otros idiomas.
Aquí ocurren dos cosas. La primera: cuando les respondes "un poco" ellos te escuchan decir "un montón, recito a Shakespeare de memoria" y creen que pueden decirte lo que quieran, porque está en otro idioma; es decir, ¿puedes ponerte a decirle lo que quieres a la gente que ni conoces simplemente porque hablas en otro idioma? Y la segunda: te están pidiendo que promuevas sus revistas en ese idioma, asumiendo que de pronto vas a cambiarte a la religión que profesan y a olvidarte de lo que (supuestamente) crees de tu religión original. ¿En verdad están interesados en reclutar gente así de indecisa, con tal de que hablen inglés?
Tristemente, no me queda más remedio que hacerme la ignorante y responderles: "no, no hablo inglés (o cualquier idioma que se les ocurra, porque también ya me tocó que me pregunten si hablo italiano)".

lunes, 3 de septiembre de 2012

Ahora que te fuiste...

Siempre pensé que caminar por las calles donde tú estabas me llenaría de nostalgia y de tristeza. Que la soledad me nublaría los ojos y lloraría mucho por tu ausencia, por las cosas que vivimos juntos, por lo que pudimos hacer en esas calles húmedas y por los recuerdos que ya no volverían.
No me atrevía a hacerlo ahora que estás lejos, que te has ido. Pensé que lo mejor sería evitar las calles y no caer en la trampa de la tristeza de ya no verte, de recordar la falta que me haces y lo feliz que fui contigo.
Pero esta vez lo hice. Caminé por primera vez sin ti, tomé mi propia mano y canté mientras lo hacía, no tuve miedo de que los coches pasaran cerca de mí y caminé con calma a donde iba. Recordé que antes de que llegaras también fui feliz, y ahora que ya no estás puedo volver a encontrar mi felicidad.
Gracias, huracán Ernesto, por haberte ido.