lunes, 12 de septiembre de 2011

Dondequiera que estés

Hace muchos años, cuando el disco de Serrat, "Sombras de la China", se estrenaba en el mundo, yo estaba enamorada. El cumpleaños de esa persona ocurrió en ese mes, y decidí regalarle un disco compacto de una banda que le gustaba mucho (¡todavía se regalaban discos compactos, y era un gran detalle!), pero esa persona ya había decidido que nuestra relación debía terminar, así que no aceptó mi regalo. Regresé arrastrando el corazón a la tienda de discos, y cuando estaba por devolver el disco me topé con el de Serrat. Pregunté si era posible hacer un cambio por otro disco, y solo tuve que pagar la diferencia para llegar a mi casa, con mi flamante disco de Serrat en las manos.
Sí tenía roto mi corazón, pero encontré en las canciones de ese disco muchas palabras lindas, muchos sentimientos hermosos, y una canción en especial, que para mí, es de las más bellas que he conocido. Les comparto la canción y las letras, esperando que nunca tengan que dedicársela a nadie.





Dondequiera que estés,
te gustará saber
que por flaca que fuese la vereda
no malvendí tu pañuelo de seda
por un trozo de pan
y que jamás,
por más cansado que
estuviese, abandoné
tu recuerdo a la orilla del camino
y por fría que fuera mi noche triste,
no eché al fuego ni uno solo
de los besos que me diste.

Por ti,
por ti brilló mi sol un día
y cuando pienso en ti brilla de nuevo
sin que lo empañe la melancolía
de los fugaces amores eternos.

Dondequiera que estés
te gustará saber
que te pude olvidar y no he querido,
y por fría que sea mi noche triste
no echo al fuego ni uno solo
de los besos que me diste.

Dondequiera que estés...
si te acuerdas de mí.