Hace poco, entré a un baño de una universidad, cuyo nombre no mencionaré. Al encerrarme en un cubículo, me sorprendió, aunque no me tomó desprevenida, el encontrar rayoneadas las paredes. Creo que no hay baño público en México que se haya salvado de ser rayado con los típicos "Fulano, te amo. Atte. Fulana" -lo cual me parece sin sentido, ya que es claro que Fulano no va a entrar al baño de las mujeres para enterarse-. Hay otro caso de un baño femenino en donde alguien escribió: "Solamente las corrientes se anuncian aquí, ¿o tú qué crees?", a lo que alguien le respondió más abajo: "Pues ya te pasaste a fregar sola".En palabras de Pericles Lavat, fotógrafo mexicano, que hizo un trabajo dentro de un reclusorio con este tema, rayamos las paredes por la siguiente razón:
“Uno de los ritos del hombre cuando llega a un nuevo sitio, cuando ocupa un lugar, bien sea como habitación o como espacio de trabajo, es erigir un altar. Llenamos las paredes y muebles con objetos que hablan de quiénes y porqué somos."Y lo que me hizo recordar este baño del que les hablo, en particular, fue una frase: "Los del 1o B somos lo mejor de lo mejor", a lo que yo me pregunté si escribirlo en el baño es el mejor lugar para expresar su perfección. Si uno razona esa frase en el contexto debido, tal vez ella quiere decir que los de 1o B son de lo mejor... en el baño. Y bueno, cuando pensé en responderles eso, me di cuenta de que me dieron unas ganas enormes de escribirlo en la pared. Foto: Pericles Lavat, de la serie "Aquí estubo su padre putos".
