jueves, 7 de julio de 2011

Drosophila melanogaster

Las moscas de la fruta y los seres humanos, increíblemente, compartimos muchas cosas. No soy científica ni experta en el tema para explicarlo con detalle, pero los estudios dicen que la similitud es a nivel genético, y estas similitudes ayudan a los investigadores a observar la manera en que las enfermedades deterioran a los organismos o pueden ser curados.
Estas moscas abundan en los laboratorios, y no porque estén sucios, sino porque se reproducen rápidamente y pueden estudiarse varias generaciones en unos años.
Es por eso que la NASA tomó la iniciativa de enviar estas moscas al espacio, para estudiar el efecto que causa este viaje en los astronautas.
¿Cómo se realiza tal estudio? Meten a las moscas en una nave espacial, en un ambiente propicio para insectos, con urnas de vidrio transparentes y cámaras de video, mediante las cuales se observa su comportamiento como rituales de cortejo, velocidad, y su forma de volar, lo que son pistas de su actividad genética.
Existen otras investigaciones en las que estas moscas son pieza fundamental para el ser humano, como el saber que ayudan en la supervivencia de las células sanguíneas en desarrollo, y que existe en su sistema nervioso una proteína que es pariente de la proteína con la que la cocaína interactúa en el humano. Y muchas más.
¿Quién iba a pensar que algo tan humilde significa tantos beneficios en la vida del ser humano?

Qué guapa.